martes, enero 18, 2005

El árbol

Caen suaves sobre las cúspides
en la plancha vertical
las gotas se evaporan precisas al contacto

La pesadez cayó sobre mis párpados
suave y delgada, una mirada clava dudas
mis letras se van untando con un bolígrafo

Los minutos escurren por mi reloj arroyo
humedece mi muñeca
me empapa todo
las gotas escurren
la historia me persigue

Mi calzado está roto y deshilachado
mi camino ha sido muy largo
piedras baches cañadas
ando en tus praderas ahora
la suave yerba acaricia mis pies

Aquí fincaré

Mi semilla presurosa
hará germen en tus sueños surcos
detendré mi crecimiento para gozarte
de la tierra crece un enorme tallo
mis ramas infinitas
extendidas en tu firmamento
me alimento de tu jugo, tu mineral

En ti me quedó plantado
mis raíces profundizan en tu terreno
estoy en ti, no soy tuyo, dependo de ti
pisa mis frutos
arranca mi follaje
tala mi tallo
quema mis venas
hierve mi sangre
es tu decisión

Yo puedo continuar con mi arroyo
andando por mis cañadas
seguir siendo semilla
para tu campo fértil

Tu decide.